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  Caverna Dodongo y Fuentes (1)
 


LA CAVERNA DODONGO



        
                    




                    




Una vez en el interior de esta tétrica caverna, deberéis derribar el muro de piedra central que impide el acceso al primer piso. Tan fácil como agarrar una de las flores bombas que hay al lado y colocarla frente al muro. Ahora sí, pa' dentro.



 
                      




A continuación, saltad a la plataforma central, y teniendo cuidado con el Beamos saltad de nuevo hacia la derecha. Agarrad la flor bomba que se encuentra allí y colocadla en el muro de piedra que hay a la derecha (1), ya que en el de la izquierda encontraréis una Piedra Chismosa y nada más. De este modo, un nuevo pasillo se abrirá.




 




Recorred el pasillo hasta el final, destruyendo a los Dodongos que aparecerán de la nada y esquivando sus explosiones al morir (si conseguís que uno de ellos explote cerca del muro de piedra que hay a la derecha, descubriréis una habitación secreta con una Skulltula rondando por allí... y un par de murciélagos Keeses dando por culo, cómo no). Una puerta con reja os impide el paso... hasta que descubrís que hay un interruptor en el centro y dos estatuas Armos (2). Empujad la de la izquierda de forma que quede justo encima del interruptor, que efectivamente necesita algo más que vuestro peso para permanecer activado de forma permanente. Vía libre.






 





Un poco más adelante llegaréis a una zona bastante curiosa: una habitación formada por hexágonos y en cuyo interior se encuentran dos asquerosos Lizalfos que deberéis eliminar para que se abra la puerta de enfrente (3). Acabar con ellos no es demasiado difícil, pero si tenéis un poco de prisa usad las nueces Deku durante el combate para paralizarlos y arrearles un buen mandoble sin ningún tipo de oposición. Una vez muertos y enterrados, proseguid vuestro camino.






 





Nada, que no os libráis de los monstruos: si antes tuvisteis que hacerle frente a dos lagartos gigantes ahora tendréis que despachar a unos cuantos Dodongos talla XL (4). El punto débil de estos bichos está en la cola, así que duro con ellos (os aconsejo que equipéis aquí el escudo Hylian, ya que las llamaradas de estos seres podrían acabar en un abrir y cerrar de ojos con vuestro escudo Deku de madera). Una vez eliminados todos, encended las antorchas apagadas y cruzad por la puerta.






 





Seguid recto y pisad sin miedo el interruptor de delante (5). De este modo, la puerta del fondo que estaba bloqueada se abrirá (6). Ahora dirigíos hacia ella, y antes de entrar, derrumbad el muro de la izquierda: dentro está el mapa de la mazmorra. Después de esto, continuemos.




 




Ahora llegaréis a una extraña habitación plagada de flores bombas y un muro de piedra. Echad primero abajo ese muro con una de las bombas y entrad por la puerta: dentro de un cofre está la brújula (7). Para salir de aquí, tendréis que eliminar a uno de los Armos que la custodiaban (las nueces Deku os echarán, de nuevo, una buena mano). Ahora volved al lugar de antes, agarrad la flor bomba que está cerca del muro y colocadla tal y como véis en la segunda foto de abajo (8): así lograréis que todas las bombas exploten a la vez y se active una escalera de piedra que os llevará al segundo piso de la caverna.





 





Acto seguido torced hacia la izquierda y seguid subiendo hasta llegar a una puerta (eliminad a la Skullwalltula y sobre todo a la Skulltula de la pared pegajosa, ya que estáis aquí). Entrad por ella y llegaréis a una sala en la que unos Keeses en llamas tratarán de reducir a cenizas vuestro escudo Deku. No le deis tiempo a ello y eliminadlos. Después, empujad el Armos que está pegado a la escalera de la plataforma central (el resto será mejor dejarlos en paz, porque si no...), subid por ella y presionad el interruptor (9). Otra puerta abierta.




 




En la siguiente habitación llegaréis a una serie de pasillos pelín estrechos en los que os estarán esperando unas molestas cuchilla móviles de ésas que hacen pupa con sólo rozarlas. Afortunadamente son perfectamente visibles, por lo que no os costará mucho dejarlas detrás. Seguid recto y subiros al bloque de piedra que está pegado a la escalera. Cuando la subáis, saltad sobre la plataforma que hay delante y desde aquí lanzad la flor bomba de la esquina sobre el muro de piedra para destruirlo (10). Tened en cuenta que deberéis lanzar la bomba cuando le quede poco tiempo para explotar, es decir, cuando parpadee con más frecuencia, ya que el espacio que hay entre el muro y la escalera es tan pequeño que la bomba caerá al suelo sin remedio. Una vez abierto el camino, seguid avanzando.




 




En la siguiente sala deberéis apuntar con el tirachinas al ojo de la pared para desactivar momentáneamente la llama de fuego que os impide seguir adelante (11). Luego, y tras dejar atrás algún que otro Dodongo, llegaréis a una nueva habitación hexagonal habitada por Lizalfos (12). Repetid el procedimiento del paso 3 para evitar disgustos de última hora.





 





A continuación, nueva sala en la que deberéis apuntar con un tirachinas al ojo de turno (13). Pero esta vez tendréis que hacerlo dos veces: primero sobre el que está delante para desactivar el fuego de la primera plataforma, y luego sobre el que está a la izquierda para eliminar el de la segunda. Daos prisa porque al rato el fuego vuelve a aparecer...





 





Seguid recto hasta que veáis un cofre grande a la derecha. En él está la bolsa de bombas, que os permitirá por fin llevar encima las bombas normales de toda la vida. Continuad la marcha hasta que veáis un nuevo interruptor (14). Pisadlo y de este modo lograréis que una de las plataformas del primer piso pueda subir hasta el segundo (muy útil si hay que volver aquí en caso de que os hayáis olvidado de coger alguna cosa).





 





Ahora girad a la derecha, donde se encuentra el puente con los dos agujeros (15). Lo único que tenéis que hacer es lanzar una bomba en cada uno de ellos, de forma que impacten en los ojos del Dodongo calavera del centro de la mazmorra y así se abra una nueva gruta, que estaba oculta en la boca del bicho (que aun estando muerto, impone lo suyo, el jodío...). Bajad al primer piso y entrad sin miedo por ella.




 
 






Dentro os espera una habitación con un extraño agujero en el centro, más Keeses de fuego revoloteando (cuidao con el escudo Deku), una puerta cerrada a la izquierda, un camino a la derecha y otro al centro. Como el del centro está demasiado alto para llegar a él y la puerta... pues está cerrada, la única posibilidad que os queda es girar a la derecha. Y así llegaréis a otra habitación con más Keeses tocapelotas y dos bloques de piedra de esos que tienen dibujado una luna árabe sobre ellos (16), motivo de censura en posteriores versiones del juego que... ¡Joer, que me voy por los cerros de Úbeda! Perdón. Lo que quiero decir es que tenéis que arrastrar el que está en el suelo de forma que quede justo al lado del que está sobre la plataforma superior (ver segunda foto de abajo). Ahora empujáis éste último hacia delante de forma que caiga en el otro extremo de la pantalla (ver tercera foto). Finalmente, tendréis dos opciones: arrastrar el bloque hasta el muro de piedra de la derecha y poner una bomba encima para descubrir una nueva habitación oculta con Skulltula (y Armos) en su interior... o pasar de la Skulltula y empujar directamente el bloque hacia delante para poder llegar hasta el bloque de arriba, que antes era innacesible (ver cuarta foto). Os recuerdo que esto último hay que hacerlo obligatoriamente para seguir avanzando, así que vosotros decidís si queréis incrementar el número de arañas doradas muertas o lo dejáis para más tarde.







 

 





Dejad este nuevo bloque atrás (en una de las jarras de la izquierda hay un hada, así que preparad la botella) y seguid recto. Al poco os toparéis con... en efecto, otro bloque, pero éste sí que tendréis que empujarlo hacia delante para que caiga en la siguiente habitación (17), que es ni más ni menos que la descrita en el párrafo anterior. Empujad el bloque hacia el agujero del centro... ¡y "vualá", la puerta que antes estaba cerrada se abrirá! Pasad, pasad, estáis en vuestra casa, jejeje...





 





Y por fin, la última sala antes de enfrentaros al jefe de la mazmorra. Simplemente abrid el cofre que tenéis delante para conseguir incrementar el número de bombas y poned una en el centro. Tiraros por el agujero que se abrirá... y preparaos para hacer frente a un nuevo enemigo final: King Dodongo.





 







                         
                          
KING DODONGO






                          





Otro enemigo que tampoco tiene mucha historia: sus ataques se limitan a lanzar fuego por la boca y a rodar como una pelota de fútbol-playa por la pantalla. Agarrad una de las flores bombas del escenario y tirársela a la boca cuando se disponga a abrirla. Tras la "explosión intestinal" (qué gracioso me ha quedado, ¿eh? Jijiji...), el bicharraco quedará aturdido durante un par de segundos, momento que aprovecharéis para arrearle un espadazo de los vuestros. Repetid todo este proceso unas cuantas veces más (por cierto, cuidado con la lava del centro, que duele) y el rey de los Dodongos no volverá a dar la lata nunca más. Luego cogéis el Contenedor de Corazón, os posicionáis sobre el círculo de luz... y a otra cosa, Ama Rosa.





 





Después de esto, Darunia aparecerá de la nada y os dará las gracias por todo, os hará Hermano Leal del pueblo Goron, o Gran Hermano (¡Estoooo..... prefiero lo de Hermano Leal!), y os entregará, por fin, el rubí Goron. ¿Una fiesta? Dejarse de juergas, que tenemos muchas cosas que hacer, cacho cierrabares...  ¬¬





 









FUENTES DE LAS GRANDES HADAS (1)




Volved a subir, pero esta vez en lugar de dirigiros a la Ciudad Goron torced a la izquierda. Llegaréis a un tramo en el que tendréis que echar abajo un par de rocas a base de bombazo limpio. Ahora equipad el escudo Hylian y seguid recto. La Montaña de la Muerte entrará de repente en erupción y empezarán a caer rocas del cielo. Es aquí donde el citado escudo cobra importancia: cada vez que veáis que una roca va a caer encima de vosotros (lo sabréis por la sombra del pedrusco, que formará un círculo negro en el suelo) pulsad R y os libraréis del golpetazo. Un poco más adelante, y tras cesar la erupción, deberéis escalar por una pared hasta llegar arriba (cuidado con las Skullwalltulas).




 




Allí os estará esperando Kaepora Gaebora, que os llevará de vuelta al pueblo Kakariko una vez hayáis hablado con la Gran Hada de la Montaña. Para llegar hasta ella, colocad una bomba sobre la pared de piedra de la izquierda. Entrad por el agujero que se ha abierto.




 
 





De este modo habréis llegado a la primera Fuente de la Gran Hada. Tocad la Zelda's Lullaby sobre el símbolo de la Trifuerza para que aparezca vuestro objetivo. Aparte de curar vuestras heridas, el hada (que por la forma de vestir cualquiera diría que es Norma Duval en sus años moza) os proporcionará la habilidad de usar el súper ataque giratorio a partir de ahora (además, el indicador de magia aparecerá), y os invitará a que visitéis a su amiga, que se encuentra cerca de las proximidades del castillo Hyrule. Vámonos que nos vamos.






 





Salid de la fuente y hablad con Kaepora (o si queréis entrad antes en el cráter de la montaña y eliminad a la Skulltula que hay metida en una caja, cerca de la entrada) para que os traslade hasta Kakariko. Una vez allí, aprovechad que estáis sobre el tejado de la casa de Impa para descender hasta el saliente de la derecha. Ahora meteros por el agujero, que os llevará hasta la pieza de corazón que permanecía encerrada en una jaula con una vaca. Hecho esto, poned rumbo al castillo de nuevo.





 





Esta vez no hagáis el camino que os lleva derechos al castillo Hyrule, sino que seguid recto hasta que veáis una enorme roca que parece ocultar algo. Efectivamente, si ponéis una bomba al lado liberará una nueva entrada oculta, y dentro encontraréis otra fuente. Tocad otra vez la Zelda's Lullaby sobre la Trifuerza para que aparezca el hada, que os entregará un nuevo poder: el Fuego de Din.





 





Hmmm, os noto algo fatigados. ¿Qué tal si nos relajamos un ratillo en un sitio tranquilo, lejos de ruidos mundanales y estrés agobiante, y de paso recuperamos las fuerzas perdidas? Si vuestra respuesta es un sí rotundo seguidme, pues conozco el lugar adecuado para ello.






 
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