EL TEMPLO DEL TIEMPO
De camino al castillo, notaréis al instante que algo no va bien: densos nubarrones se apoderarán del cielo despejado y el puente, aun siendo de día, permanecerá levantado. Acercaros al lugar... y sentaos cómodamente para contemplar la secuencia cinematográfica que aparecerá, en la que unos anonadados Link y Navi observarán cómo Zelda y su cuidadora Impa huyen a toda velocidad montadas a caballo. En ese momento, Zelda lanzará un extraño objeto al foso del castillo.
Antes de que Link y Navi se dispongan a ver qué es, aparecerá en escena el malo malísimo: Ganon y su caballo color negro luto. Con tono amenazante, les ordenará que le digan a dónde fueron Zelda e Impa. Link, en un arrebato de valentía propio del estudiante que le pide salir a la wenorra de la clase, desenfudará sus armas dispuesto a enfrentarse al tiparraco que tiene delante... descubriendo la cruda y dolorosa realidad, uséase, aún no es lo suficientemente fuerte para plantarle cara. Finalmente, Ganon se marchará, no sin antes avisar a nuestro héroe de que en muy poco tiempo se convertirá en el amo del cotarro... digooo, de Hyrule. Macabro, ¿verdad?
Una vez finalizada la secuencia, lanzaos al foso y nadad hasta que veáis un extraño objeto en el fondo (Navi se pondrá verde, y no de envidia). Sumergíos para recogerlo. Leñe..... ¡pero si es la Ocarina del Tiempo! Y parece que viene con mensaje incorporado...
En efecto, en ese instante Zelda se comunicará telepáticamente con vosotros, explicando el por qué de su huida y la necesidad de que vayáis al Templo del Tiempo lo antes posible. Antes de eso, os enseñará la melodía que os permitirá abrir "las Puertas del Tiempo": Song Of Time.
A continuación, dirigíos al templo (está en el mercado de la ciudad del castillo, aunque con lo grande que es no creo que lo perdáis de vista). Dentro, colocaos frente al pedestal negro del fondo y tocad la recién aprendida canción. De repente, la puerta cerrada del altar se abrirá y podréis pasar al interior.
¿Y qué os encontraréis dentro? Pues nada más ni nada menos que uno de los objetos más codiciados y deseados por la gente de Hyrule. No hombre, no, no me refiero al último disco de AC/DC, sino a la legendaria Espada Maestra. Arrancadla del pedestal... y el resto vendrá solo.
Buenoooo..... parece ser que no erais los únicos que se habían acercado al lugar...
Y con esto habréis puesto punto y final (mejor dicho, punto y aparte, y pronto averiguaréis por qué) a vuestra etapa infantil. Ahora despertaréis, después de siete años (pedazo de siesta, loco), dentro de la Cámara de los Sabios, en el Templo de la Luz, y como un adulto de 18 tacos al que se le encomendará una nueva misión, y esa nueva misión os la encargará Rauru, arquitecto del Templo del Tiempo, que os contará un poco así por encima qué ha pasado durante todo este tiempo que habéis estado dormidos (nada bueno, os lo digo desde ya) y en qué consiste vuestra nueva tarea, que es ni más ni menos que despertar a los diferentes sabios que se encuentran atrapados en diferentes mazmorras desperdigadas por todo Hyrule, esa tierra que antes era lo más cercano al paraíso y ahora, con Ganondorf en el poder, podría pasar perfectamente por prima hermana del infierno. De vuestro éxito depende que Hyrule vuelva a ser lo que fue o que permanezca bajo el azote de terror del nuevo rey. Cuando termine de hablar, Rauru, que os confesará que es uno de los sabios, os entregará el Medallón de la Luz. No es el único que deberéis recoger durante el juego, y desde luego los demás no van a ser tan fáciles de obtener, pero bueno, para eso está esta guía, ¿no? 
Una vez regreséis al Templo del Tiempo, aparecerá de la nada un extraño ser enmascarado. Tranquilos, que no es un enemigo, al contrario. Se trata de Sheik, el último superviviente de los Sheikah, raza a la la que pertenecía Impa (¿Significa esto que está muerta? Bueno, pronto lo sabremos). Este personaje se encargará de echaros una mano de vez en cuando, ya sea dando consejos útiles o enseñándoos una nueva canción. En esta ocasión hará lo primero, avisándoos de que no podréis acceder a la primera mazmorra del juego si no pasáis antes por el pueblo Kakariko y su cementerio. Pues nada, vamos a darnos un garbeo por allí.
